CRÓNICA DE UNA VACUNA ESPERADA
En la explanada del Centro Médico Nacional “La Raza” los trabajadores están listos para ser inmunizados nuevamente.
Cientos están formados. En orden pasan uno a uno para ser vacunados.
Su rostro, antes y después de ese momento, cambia. Primero la imagen que proyectan es de expectativa y un poco de ansiedad. Después, al salir del módulo de vacunación es de tranquilidad y más de uno respira profundo.
“¡Cómo no! No es para menos. Ya teníamos la inquietud sobre cuándo se daría este momento. Gracias a Dios ya estamos protegidos. Justo reconocer el trabajo de nuestro Sindicato, que ha estado muy cerca de nosotros”, asegura Joel Martínez, Médico Especialista del Hospital de Especialidades de “La Raza”.
Nohemí López, Médico Internista, rompe en llanto al recibir la tercera dosis. Una compañera se acerca y la abraza; otra hace lo mismo. Se abre un silencio a su alrededor. Nadie sabe por qué, pero su acción es evidente ante los ojos de los demás. Tras regresar la calma a su ser, confiesa a quienes la rodean: “He visto a tantos morir, que ser vacunada me llena de nostalgia y emoción”.
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